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¿Qué tan pertinente es el enfoque STEM para el contexto latinoamericano?

¿Qué tan pertinente es el enfoque STEM para el contexto latinoamericano?

Las competencias básicas como lectoescritura, matemáticas, ciencia, ciencias sociales y ciencias naturales son esenciales para un buen desempeño a nivel académico y profesional, y es en la escuela primaria donde éstas se consolidan de manera más efectiva durante el proceso formativo de las personas. El que un individuo acceda al mundo del empleo con unas competencias básicas adecuadas al perfil laboral al que desea aspirar, le da mayores ventajas sobre los demás candidatos que también quieren dicha ocupación o puesto.

 

Las competencias básicas como lectoescritura, matemáticas, ciencia, ciencias sociales y ciencias naturales son esenciales para un buen desempeño a nivel académico y profesional, y es en la escuela primaria donde éstas se consolidan de manera más efectiva durante el proceso formativo de las personas. El que un individuo acceda al mundo del empleo con unas competencias básicas adecuadas al perfil laboral al que desea aspirar, le da mayores ventajas sobre los demás candidatos que también quieren dicha ocupación o puesto.

La realidad mundial enfrenta a todos los países del mundo a prepararse cada vez más hacia el desarrollo tecnológico y de conocimiento, que genere las condiciones que logren posicionarlos dentro del grupo de aquellos que son productores de estos, además de inventos y de tecnología. Incluso las grandes potencias se ven en dificultades en este momento para cumplir con la cuota de jóvenes que se quieran ir por las carreras que potencian dichos desarrollos. Es a través del énfasis en carreras en áreas de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) que los países podrán garantizar el recurso humano para asumir estas necesidades futuras que el desarrollo y la globalización están generando constantemente. Como mencionó Amar Kumar en la Cumbre Lideres por la Educación 2015 realizada por Semana Educación “muchas de las ocupaciones y empleos del futuro cercano aún no existen, no se han inventado”.

Por su parte, los países Latinoamericanos enfrentan un importante reto al incorporar el enfoque STEM dentro de sus currículos, complementando las competencias básicas con dicho enfoque, lo cual podría solucionar muchos de los problemas actuales de la región (acceso a agua potable, acceso a una educación con calidad, informalidad en el empleo, mejor y más cobertura de atención médicas en regiones apartadas, entre otros). Estas soluciones seguramente se encuentran en aquellos puntos de intersección entre la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática (y algunas otras disciplinas o conocimientos). Así mismo, un incremento en estudiantes de educación terciaria que se decidan por carreras STEM permitiría a estos países, generalmente marginados de los mercados mundiales, ser mucho más competitivos dentro de una economía cada vez más globalizada.

Los presupuestos públicos en Colombia invertidos en ciencia e investigación cada vez son más pequeños, y parece que el mensaje que esto termina por comunicar es que la ciencia y la investigación no son rentables, que no son pertinentes. En relación al conocimiento y a la tecnología, un país o la produce o la consume, y desafortunadamente en nuestro caso es el segundo. Por el contrario, el mensaje que debemos dar a nuestros jóvenes es que hacerse preguntas y desesperarse por buscar maneras de responderlas no solamente está bien, sino que también puede ser una profesión o una ocupación, una fuente de ingresos futuros, un camino para cumplir sus sueños y darle a sus familias un mejor futuro.

Que nuestros niños y niñas puedan saciar su curiosidad y encontrar maneras innovadoras  de solucionar los problemas de sus propias comunidades, a la vez que fortalecen sus competencias en otras de las áreas del conocimiento que son pilares de su desarrollo académico y profesional (como las competencias lecto-escritura y la lógica matemática) no solo les da a ellos más posibilidad de cumplir sus sueños, sino que también le da al país un recurso humano capacitado y preparado para asumir los retos venideros en el Siglo XXI.

Ángela Escallón Emiliani
Directora Ejecutiva

 

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*Este artículo fue elaborado en colaboración con el equipo técnico de profesionales de la Fundacion Corona

**Esta nota se publicó originalmente en la Silla Llena, el 20 de septiembre de 2015.